viernes, 19 de julio de 2013

SU COMPASION

Desperté a medianoche turbada
Desesperación me consumía
En  mi cama me senté sobresaltada
Parecía que la memoria perdía.

Trate de orar, mas no podía
Algo, la garganta me apretaba
Salí de la cama como puede
A mis rodillas caí y suplicaba.

Miedo sobrecogió mi alma
Todo el cuerpo me templaba
Suplicaba a Dios por calma
Más todo parecía que terminaba.

Pensé, no es posible
Que El me haya abandonado
¿En dónde está su paz apacible?
¡Oh Señor, en que he pecado!

Mis pensamientos corrían veloces
Versículos favoritos trate de recitar
Las punzadas de mi corazón feroces
Amenazaban mi alma derrotar.


L a batalla era real
Mi alma estaba en agonía
Pero sabiendo que El es leal
Marche hacia adelante, con valentía.

Los dardos me apuntaba
Sus garras me mostraba
Mi fuerza se debilitaba
Mientras a Dios clamaba.

Dios  me mostro mi pecado
Dije: “¡NO!  ¡Confesar es vergonzoso!
Tiernamente me dijo: “El precio he pagado.
Confiesa, y te devolveré el gozo”.

Mi pecado confesé
Al Dios Todopoderoso
Porque entonces realice
Que El es el único que da reposo.

Por unos días más, me dijo, lucharas
Mas al enemigo declararas
¡Jamás mi alma poseerás!”.
Así que,  ¡aléjate de mi Satanás!

Al ver atrás
Me regocijo en su fidelidad
Pues él dijo pruebas encontraras
Mas contigo estaré hasta la eternidad.

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